viernes, 21 de junio de 2013

REFLEXIONES

RESPONSABILIDAD DE EDUCAR
-Señor, -dijo Sancho Panza a Don Quijote- bien veo que todo cuanto vuestra merced me ha dicho son cosas buenas, santas y provechosas; pero ¿de que me han de servir si de ninguna me acuerdo? Así será menester -prosiguió- que se me den por escrito; que, puesto que no sé leer ni escribir, yo se las daré a mi confesor para que me las encaje y recapacite cuando fuere menester.
- ¡Ah, pecador de mi! -dijo el Quijote- Y ¡qué mal parece en los gobernantes el no saber leer ni escribir! Porque has de saber, ¡oh Sancho!, que no saber un hombre leer o ser zurdo arguye a una de dos cosas: o que es hijo de padres demasiado humildes y bajos; o tan travieso y malo que no pudo entrar en él: el buen uso ni la buena doctrina.

Gran falta es la que llevas contigo; y así querría que aprendieses a firmar siquiera.

(Miguel de Cervantes Saavedra)

1. ¿Cuál es el tema del texto?
2. ¿De quién depende la Educación en un país?


¿Qué es la responsabilidad?
La responsabilidad es un valor que se limita al cargo, u obligación moral que resulta para alguien del posible error en cosa o asunto determinado. Capacidad existente en todo sujeto activo de derecho, para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente.
Según su criterio respondan:
1. ¿Qué concepto tienes de la responsabilidad? ¿Cómo influyen en el éxito de las personas?
2. ¿Por qué?

El festín de la exactitud

Un rey convidó a un banquete a muchos de sus súbditos, sin indicarles la hora exacta. Los mas avisados vistieron luego su mejor traje, y estuvieron aguardando en los umbrales del palacio. Los necios dijeron para sus adentros:  -¡Bah! ¡Hay tiempo todavía! Y así, unos se embarcaron en sus propios negocios, mientras que los más irresponsables se enfrascaron en las diversiones.
Sonó de improviso la hora del banquete, y unos y otros entraron apresuradamente en la sala regia.
El rey fue al encuentro de los puntuales, que lucían decentemente ataviados y bien dispuestos, acogiéndolos con benignidad.
-¡Bienvenidos sean! -les dijo- ¡Vuestra puntualidad los dignifica!
Dirigió luego una mirada de indignación a los necios presuntuosos, que se hallaban desaliñados y sucios, y los rechazó de esta manera:
-¡Hagan el favor de salir del palacio!
¿Son indignos de estar aquí!
Ese día, el rey entregó a los puntuales una serie de títulos y encargos que les iban a hacer mucho bien a sus vidas.
(El viejo recolector de vivencias)


1. ¿Cuál es tu apreciación crítica sobre la exactitud según el texto?

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